viernes, 4 de marzo de 2011

Si la concha de tu madre tuviera gambas

Que pasaría, si un día, nos levantamos todos, sabiendo que estamos enamorados de la persona que tenemos al lado, pero sabemos, que podemos tocarla con la yema de los dedos, pero no, con la yema de los labios?
La puta madre con los churros y las facturas de crema pastelera que son un asco, si no me equívoco, volví a cometer el error de querer engancharme con quien no debía, o con quien no quería.
Si yo digo, que la bicisenda es un invento de mierda, que por pensar en vos, mi vida, casi me lleva puesto un diariero del orto, que todavía tiene la cara y el atrevimiento de putearme, cuando ve, en realidad, que casi se lleva puesto a un boludo entre tantos, o tan pocos, que tiene el deseo de creer besarte en el aire, cuando en realidad, se está tragando todo el humo del 160 que le pasó rozando.
Mi querida, mi diosa, tan importante como mi culo, como mis ojos, como mi alma, si en vez de estar en un quiosco de mierda lleno de bolitas con olor a ajo, te tuviese a vos, en el mismo quiosco lleno de bolitas con olor a ajo, tu perfume me llevaría lejos del hedor de chivo muerto y rancio que tengo alrededor para llevarme a un campo de margaritas truchas, pero bueh, es lo que entre los dos podríamos garparnos.
Si por rozarte tus labios, sería capaz de darte lo que me pidas, un depto, un título, un critter, un muerto.
Que cosa, que uno quiere colgarse de una luna de queso, que el turro de Jerry se cagó comiendo, pero cuando nos avivamos, nos caímos en el medio de un agujero, y no encontramos soga para salir.
En fin, me voy de este quiosco pedorro porque me estan mirando con cara de salvaje primitivo.
Ojalá, tuviese la posibilidad, de una vez aunque sea, seas mía, y yo tuyo, por un ratito, por un viaje de 45 o un trámite en el banco.
Me cago en vos, en Dios y en el verdulero que se llama Nardo.

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