domingo, 12 de diciembre de 2010

Dicese por ahí, en algún lugar recóndito y escondido de villa paternal, la existencia de un duende llamado Roberto Alfiler Culo.
Este duende, único en su clase por cierto, se dedica a una ardua tarea, que según los lugareños de este pueblo, es fundamental para el desarrollo de la vida social. Este duende se dedica a espantar viejas. Se dedica a espantar viejas, pero utilizando un modo muy peculiar, distinto al típico asustar a la abuela con la víbora. Este duende, al parecer, las persigue con su miembro viril alrededor de toso su hogar (el de las viejas), diciéndoles que si no se lo chupan, una terrible maldición caerá sobre estas. Por esto mismo, las viejas tienen tan solo dos salidas al asunto:
Opción número uno: Chuparle la japi al duende.
Opción número dos: Que la terrible maldición caiga sobre las mismas, y cada vez que vayan a comprar tintura a los chinos, se lo cobren a precio dolar.

Todos nos ponemos a pensar, en relación al relato del duende, de todos los seres funcionales al sistema, no existe la denominación, vieja de mierda?
Vieja de mierda según wikipedia: Ser mayor de edad (78 años promedio), que suele cagarse la bombacha y que, si no se tiene a tiempo utensillos necesarios para limpiar a las mismas, es posible que ud manche sus manos de excremento senil, con vida y juicio propio. Es recomendable eliminar estos seres de la sociedad, si no los mismos, inundarán las calles de caca, comentarios de hace 130 años sobre sus madres o simplemente, consumir el poco oxígeno (al pedo), que queda disponible en la tierra.

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